El proceso productivo del corcho sigue un sistema integrado y sostenible en el que se aprovecha todo. El aclareo y la poda proporcionan una leña muy valiosa, del primer descorche se obtienen granulados para aislamientos, de los restos sobrantes se fabrican aglomerados y el desperdicio ultimo de todo el proceso productivo se utiliza como combustible de las calderas y hornos.
El corcho llega a nosotros en forma de gránulos. Posteriormente, es prensado, creando un aglomerado con cola, que es introducido en nuestros moldes para obtener diferentes tipos de suelas. Una vez seco, tenemos como resultado un material sólido y resistente con el que reforzar nuestro calzado.